Este pequeño retablo se encuentra ubicado en la Iglesia de Nuestra Señora de la Visitación. Es una obra de la primera mitad del siglo XVII, encargada por D. Babil Gracián a quien, probablemente, corresponde las armas que figuran en los plintos de las columnas.
Como demostró documentalmente D. Alberto Aguilera Hernández, este retablo procede del Santuario de Misericordia de Borja, donde estaba dedicado a San Babil.
La relación con San Babil es evidente, dado que en el banco del retablo aparecen tres escenas relacionadas con su martirio. San Babil, cuya festividad se celebra el 24 de enero, fue obispo de Antioquía y murió durante la persecución de Decio, a mediados del siglo III, en compañía de tres niños llamados Urbano, Prilidiano y Epolonio. Existen diversas versiones acerca de su martirio, debidas en parte a que se confunde la identidad de varios mártires del mismo nombre. Para unos, murió desollado, mientras que la versión más frecuente afirma que fue decapitado. El artista que pintó los cuadros del banco, que reproducimos, optó por dejar constancia de ambas.
La tabla de Santo Domingo de Guzmán, en el lado de la epístola, representa al santo en actitud orante ante un crucifijo y vestido con el hábito de la orden. Junto a él se encuentra su atributo más conocido: el perro con la antorcha en su boca.
En 1790, la cofradía de Nuestra Señora de Misericordia y San Babil, que tenía una gran importancia en aquellos momentos, encargó un nuevo retablo a José Salesa, cuyo hermano Cristóbal, fue el autor de la imagen titular. El antiguo retablo fue llevado a Maleján, sirviendo para acoger un lienzo de la Virgen de Guadalupe, aunque durante épocas recientes estuvo dedicado al Sagrado Corazón.
El lienzo es obra del pintor mexicano Antonio de Torres, que lo realizó en 1720. Alberto Aguilera lo relaciona con la figura de Victorián Jordán, fallecido en Maleján el 15 de abril de 1730, que anteriormente había residido en México.
En cualquier caso, es una obra de gran interés, realizada por un artista que se afincó en Sevilla, a comienzos del siglo XVIII, gozando de merecido reconocimiento. No fue la única ocasión en la que abordó el tema de “La Guadalupana” pues existen obras similares a la de Maleján en diversos lugares de España.
El retablo, ahora restaurado, se encontraba en deficiente estado de conservación y los trabajos se han centrado en la consolidación de la mazonería, así como en la limpieza de sus pinturas.
RESTAURACIÓN RETABLO
La restauración del Retablo de la Virgen de la Guadalupe de la iglesia parroquial de la Visitación de Maleján, se ha llevado a cabo por los alumnos de la Escuela Taller “Juan de Arnaldín” de la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, acometida en el transcurso de dos fases, siendo finalizada en 2015.